Las defensas de caucho desempeñan un papel vital en la protección de buques y muelles contra daños durante el atraque. Con el tiempo, estas defensas sufren desgaste debido a los constantes impactos, las inclemencias del tiempo y la exposición al agua salada. Saber cuándo reparar o sustituir una defensa de goma es clave para garantizar la seguridad operativa y la rentabilidad.

Por qué es importante actuar a tiempo
Retrasar el mantenimiento o la sustitución puede provocar averías graves, costosos tiempos de inactividad o incluso daños en el buque. Las inspecciones periódicas ayudan a detectar los primeros signos de daños antes de que comprometan el rendimiento. Veamos cómo evaluar el estado de las defensas de goma y decidir el momento adecuado para actuar.
Daños graves: Reemplazo inmediato requerido
Algunos tipos de daños significan que los guardabarros de goma han llegado al final de su vida útil y deben sustituirse inmediatamente:
1. Fisuras y grietas estructurales
- A través de grietas: Si una grieta es más profunda que 20% del espesor de la pared del guardabarros o atraviesa toda la sección transversal, expone las estructuras internas, reduce la absorción de energía y puede permitir la entrada de agua.
- Divisiones de bordes: Las grietas de más de 5 mm con separación visible del caucho pueden provocar la corrosión de los pernos o fallos internos.
2. Envejecimiento y agrietamiento del material
- Grietas superficiales anchas: Más de 10 grietas por metro cuadrado, de más de 3 mm de profundidad, especialmente en climas muy salinos o calurosos, significan que el caucho ha perdido su elasticidad.
- Endurecimiento o pulverización: Un aumento de la dureza superior a 15% (por ejemplo, de 60HA a 75HA), o una calcificación visible y una desintegración de la superficie indican una pérdida de la función amortiguadora.
3. Desgaste excesivo
- Pérdida de espesor: Cuando la superficie de contacto se ha desgastado más de 10 mm o el grosor restante es inferior a 50% del diseño, es necesario sustituirla.
- Deformación permanente: Si la compresión excede 25% o hay una abolladura obvia que interrumpe la distribución de la carga, las defensas de goma ya no pueden funcionar eficazmente.
4. Fallo de conexión
- Daños en el sistema de anclaje: Los pernos oxidados, los insertos sueltos o las grietas de más de 2 mm en los cimientos de hormigón suponen un riesgo de desprendimiento del guardabarros de goma y requieren atención urgente.
Daños moderados: La reparación es factible
No todos los daños implican una sustitución. Si los problemas son moderados y se detectan a tiempo, las reparaciones pueden prolongar la vida útil de los guardabarros de goma:
1. Daños superficiales menores
- Arañazos y pequeñas grietas: Los cortes superficiales de menos de 2 mm de profundidad o las grietas cortas (de menos de 50 mm de longitud) pueden rellenarse, adherirse y reforzarse.
- Desgarros localizados: Los pequeños desgarros que no hayan penetrado en la carrocería pueden sellarse utilizando adhesivo de caucho con un curado adecuado.
2. Ensuciamiento y corrosión superficial
- Crecimiento marino: Si los percebes o las algas cubren más de 30% de la superficie de los guardabarros de goma, límpielos para evitar daños por abrasión.
- Óxido leve en paneles de acero: Las picaduras de corrosión de menos de 3 mm de profundidad se pueden lijar, imprimar y volver a pintar para evitar que se sigan oxidando.
Daños menores: Seguir utilizando con vigilancia
Algunos signos de desgaste leve son normales y no requieren reparación ni sustitución:
- Arañazos superficiales: Se aceptan marcas de menos de 1 mm de profundidad que no afecten a la estructura ni a la absorción de energía.
- Decoloración: La exposición a los rayos UV puede provocar la decoloración de la superficie sin afectar al rendimiento. No se requiere ninguna acción a menos que se desarrollen grietas.
Consejos de inspección y mantenimiento
- Controles visuales rutinarios: Inspeccionar después de cada atraque importante o con regularidad.
- Evaluación anual: Mida la dureza, el grosor y cualquier signo de envejecimiento o deformación.
- Tras sucesos extremos: Compruebe siempre los guardabarros de goma después de tormentas, impactos fuertes o terremotos.
- Documentación: Mantenga registros de inspecciones, puntuaciones, reparaciones y sustituciones para realizar un seguimiento del rendimiento y programar acciones futuras.
Reflexiones finales
Las defensas de goma son esenciales para la seguridad marítima. Conocer los signos de avería y actuar con rapidez, ya sea para repararlas o sustituirlas, ayuda a mantener la protección, evitar accidentes y controlar los costes a largo plazo. No espere a que se produzca un fallo. Establezca una rutina de mantenimiento, controle el rendimiento y tome decisiones basadas en datos para que sus operaciones marítimas sigan siendo seguras y eficientes.


